La hora de la comida muchas veces resulta ser un verdadero suplicio para nuestros hijos y no siempre logramos que estos coman todo lo necesario para que se nutran. En algunas ocasiones lo hacemos rápido y no prestamos demasiada atención a algo que necesita de todo un ritual para llevarse a cabo de manera eficiente. Según nutricionistas, médicos y psicólogos expertos en el tema, existen 9 sencillos pasos que tu hijo aproveche toda la comida y con ello pueda estar al 100% para seguir aprendiendo día con día:

1. Ambiente y familia: No hay nada mejor que comer en familia en un ambiente relajado. Pon un poco de música. Aleja los teléfonos y procura compartir toda esa hora entre risas y conversaciones agradables. Recuerda: cero discusiones, cero quejas y cero estreses por haber tenido un día pesado. La comida debe ser un espacio de relajación siempre que haya niños presentes.
2. No forzar a comer todo: Los niños dejan de comer cuando ya están satisfechos. Si notas que ha llegado esa sensación de saciedad y ha dejado un poco de comida en el plato no lo regañes ni lo obligues a terminárselo todo. Si le obligas a comer de más estarás causando aversión a ese momento que debería ser totalmente satisfactorio. Si un niño come poco, intenta que esa pequeña porción tenga todos los nutrientes necesarios y asesórate con un nutricionista. Una cantidad pequeña pero cargada de proteínas, grasas buenas y carbohidratos es suficiente para conseguir un buen estado nutrimental; además puedes añadir suplementos en las bebidas.
3. Suplementos: Cuando un niño no come mucho o se resiste, puedes optar por darle sus alimentos preferidos combinados con un poco de vitaminas (igualmente consulta a un experto).
4. No le des de golpe algo nuevo: Muchos niños tienen miedo de comer algo nuevo porque no saben si les gustará. Para ello, primero cómelo tú en días anteriores y manifiesta tu agrado por esa nueva comida. Al poco tiempo notarás que él se podrá interesar en probarla.
5. Juega en la comida: Cuando son muy pequeños y no quieren comer, puedes intentar que las comidas también tengan un poco de jugueteos: sorbe con él un espagueti, por ejemplo; juega al avioncito, etcétera. Lograrás que se alimente y al mismo tiempo se divierta. Esta técnica funciona mucho mejor con niños muy pequeños.
6. Raciones pequeñas: Todo debe ser proporcional a la edad. Un niño no puede comer un plato muy grande, ni grandes cantidades. El factor de la percepción influye también en el apetito. Si nota algo imposible de comer, las ganas se habrán ido; pero si el plato es acorde con su edad y tamaño podrá verlo como algo posible de terminar.
7. No comida chatarra antes del almuerzo: Es un error comprar dulces o frituras saliendo de clases. Sabemos que muchos niños hacen pataletas para obtener lo que quieren. Si decides comprar está bien, pero a condición de que pueda comerlas como postre al terminar el almuerzo. Notarás incluso que se esforzarán más rápido en terminar su platillo principal.
8. Sustituye alimentos: Además de los suplementos existen formas de sustituir algo que no les guste. Recuerda que todos tenemos desagrado por ciertas cosas y si no nos gusta será imposible comerlo. Si ese alimento es fundamental por sus nutrientes, busca otro que pueda ser equivalente.
9. Presentación: Como ya lo hemos dicho la percepción influye mucho. Por ello crea platillos divertidos con presentaciones infantiles. Unas caritas o formas que al niño le parezcan atractivas. Este pequeño detalle muchas veces inclina la balanza hacia un interés por comerlo todo.