Hola soy Judith Mosquera Coronel mamá de Amalia y Adela Rodríguez Mosquera, soy una mamita PDP desde el 2014.
Hoy quiero compartir con ustedes lo que ha significado para mí como madre tener a mis hijas, Amalia y Adela en Punto de Partida. Recuerdo perfectamente el primer día que Amalia llegó a la escuela, con solo dos años, fue un momento lleno de emoción y nervios. Con lágrimas en los ojos, nos despedíamos, confiando en que estaría bien, pero al mismo tiempo, era un paso tan grande para ella. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que viéramos que estaba siendo recibida con un cariño inmenso por parte de las profesoras, quienes desde el primer día hicieron que se sintiera segura, amada y parte de esta maravillosa familia PDP.
Años después, Adela siguió el mismo camino, y aunque el proceso fue diferente, la esencia fue la misma: el amor y la dedicación de las maestras hicieron que se adaptara de inmediato. Desde el principio, ambas se sintieron acogidas, escuchadas y comprendidas, y eso, como madre, me dio una paz indescriptible.
A lo largo de estos años, no solo han aprendido lo que se enseña en los libros, sino también las lecciones más importantes de la vida: el valor de la amistad, la importancia de la empatía, el respeto, la responsabilidad y la valentía para enfrentar nuevos retos. Cada profesora que ha pasado por su camino ha dejado una huella imborrable en sus corazones, no solo por lo que les enseñaron académicamente, sino por el cariño, la paciencia y la dedicación con la que las guían.
Punto de Partida no ha sido solo una escuela para Amalia y Adela, sino que ha sido un lugar donde han podido crecer como personas, un lugar donde han aprendido a ser mejores cada día. Y todo esto ha sido posible gracias a todo el personal que con tanto amor, pasión y entrega han trabajado para que mis hijas sean felices.
Hoy puedo decir que PDP ha sido su segundo hogar.
Gracias